Bicis eléctricas. Mitos y leyendas.
Existen mitos y leyendas urbanas que se van repitiendo, regenerando y propagándose con mayor o menor medida, como que al año nos tragamos ocho arañas mientras dormimos (falso) , que el sol es amarillo (en realidad es blanco) , que las partes de la lengua están especializadas en diferentes sabores (los receptores de sabor están distribuidos por toda la lengua ) o que las bicis eléctricas son para ciclistas que no están en forma.
Evidentemente si estás empezando en este apasionante deporte, tu edad está muy avanzada o te encuentras en baja forma, una bicicleta con asistencia eléctrica te permite disfrutar del pedaleo sin que los músculos y el corazón se sobrecarguen, pero también es una opción perfecta si montas con regularidad y estás en forma.
¿Por qué? Porque con las bicis eléctricas sigues entrenando, tus músculos siguen esforzándose y recibiendo estímulos, la diferencia es que, si no quieres, ¡no tienes que macharte! Haz la prueba, realiza la mismas rutas que haces con tu bici de siempre y comprueba después cómo te encuentras, mide y compara el resultado.
Además, siempre puedes optar si estás en forma por combinar el entrenamiento: Un día con tu bici convencional, para entrenar con dureza, y otro con la eléctrica, para recuperarte y así a la vez que mejora tu base aeróbica puedes trabajar tu técnica.
Por ello, siempre es una buena opción montar en bicis eléctricas, independientemente de si estás en forma o no, porque aportas estímulos diferentes, varías la intensidad y, si quieres exprimirte al máximo, solo tienes que superar la velocidad de empuje, bajar el nivel de asistencia o desconectar el motor. ¿Empezamos?